Hoy el mar bravo... es difícil meterse en el agua... la ola rompe con fuerza en la orilla y es el momento que hay que aprovechar... y rápido nadar hacia dentro para que no te coja la rompiente de la próxima... nadar a una cierta distancia de la orilla donde las olas son aún romas, que te elevan hasta las cimas y te hunden hasta los profundos valles rodeados de liquidas montañas azulverdosas... desde los que no hay horizontes ni referencias.... solo inmensos túneles de agua.... para salir, hay que venir detrás de la cresta de la ola, a escasamente un par de metros y cuando rompe, aprovechar su impulso y nadar con fuerza hacia la orilla...y salir rápido de la arena antes de que rompa la siguiente ola.... o el reflujo te meta otra vez, como una croqueta enarenada de sílice, en las aguas procelosas...
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